Si hay retención de líquidos, una sopa vegetal compuesta de tomates, cebollas grandes, un ramillete de apio, repollo y dos pimientos verdes, todo triturado y aderezado con la sal y pimienta, puede servir de comodín para bajar volumen en una semana.
La reducción es de alrededor de cuatro kilos (lo demás, que llegue por añadidura).
Se basa en la preparación de una sopa depurativa y desintoxicante, muy baja en grasas y con ausencia de hidratos de carbono, pero ¡Ojo!: nunca más de una semana seguida, porque puede alterarse el metabolismo.
La “sopa quema-grasa”, se toma siempre que hay hambre y las veces que se desees junto con fruta el primer día; verdura de hoja verde.
El segundo y una patata grande al horno con un poquito de aceite de oliva por la noche y toda la fruta y verdura, excepto plátano.
El tercer día la sopa y todas las verduras que desee.
El cuarto día, comer sólo la sopa, entre tres y seis plátanos al día y tantos vasos de leche descremada como se desee.
El quinto día con entre 125 y 250 gramos de pollo sin piel o pescado más la sopa.
El sexto día, el premio: dos bistec de carne (desayuno, almuerzo y comida), junto con seis tomates frescos pelados, verduras, entre cinco y ocho vasos de agua para eliminar el ácido úrico de la carne y, la sopa, al menos una vez al día.
El último día de la semana, se debe comer arroz integral con cáscara hervido o cocinado al vapor.
Jugos de frutas naturales sin azúcar, verduras hasta llenarse y el último recipiente de “sopa quema grasa”.
Es decir: cuanto más se come de los alimentos estipulados, más se adelgaza.
Solo se tomara agua, té, infusiones o leche desnatada. Los resultados, entre 4 y 8 kilos, merecerán la pena.
Vía | adelgazar.com
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