Ingredientes:
- Dos cucharadas de maní molido
- Una cucharada de miel
- Una cucharada de aceite de oliva
Coloca el maní en un recipiente y muélelo todo lo que puedas, ideal para hacerlo con un mortero. Luego agregas la cucharada de miel y también la de aceite de oliva, removiendo insistentemente, hasta que quede formada una pasta pareja y bien homogénea.
Aplica sobre tu piel, dejando que permanezca sobre la misma unos 15 o 20 minutos, para que el cutis pueda absorber bien, los nutrientes de estos productos. Finalmente, remueves con agua tibia y te secas con una toalla. Verás que con el uso diario, tu piel estará mucho más humectada.
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