Los científicos alertan del peligro, y es que el problema en sí son los fosfatos que abundan en las bebidas gaseosas y que es ingrediente para avivar su sabor y picor, es sutilmente nocivo pues se introduce en nuestro organismo y lo va deteriorando más rápidamente.
Aunque los expertos de la Universidad de Harvard experimentaron en ratones, creen que los resultados pueden tener los mismos efectos en los seres humanos. Entre algunas consecuencias es que la piel y los músculos -en el experimento- se marchitaban, además de los daños que provocan al corazón y los riñones. Lamentablemente el fosfato se encuentra también en otros alimentos como carnes procesadas, pasteles y panes.
Y es preocupante por que muchos consumimos gran cantidad de bebidas gaseosas. Pero ¿sabías que sólo dos latas a la semana son suficientes para que aumente el riesgo de padecer de huesos frágiles, cáncer pancreático, debilidad muscular o parálisis?
¿ SEGUIRÁS TOMANDO LA MISMA CANTIDAD DE BEBIDAS GASEOSAS?
Vía| planetacurioso
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